jueves, 9 de febrero de 2017

La Revancha

Por Miguel Escobar
En su vida se le venían negando dos deseos ya impostergables. Uno de ellos era común a todo un país y el otro era íntimamente, exclusivamente suyo. El primero de ellos era ver nuevamente  campeón a su selección y cada tanto recordaba aquél gol que se había perdido  en el primer mundial de fútbol frente a Uruguay. Aquella vez la selección ganaba 2-1 y según él (como le decía y le dicen) si esa pelota hubiera ingresado al arco rival, otra sería la historia. Soñaba de tanto en tanto que Argentina-Uruguay se enfrentaban nuevamente y al fin la albiceleste se consagraba campeona después de tanto tiempo. Pero pasaban los mundiales y las copas las levantaban España, Brasil, y Uruguay en el peor de los casos; porque el conjunto charrúa le había ganado a Argentina no sólo dos finales mundialistas (la última en  el 2018) sino también otra en Juegos Olímpicos. Luego de una entrevista con él, parecía dejar entrever que un deseo estaba supeditado al otro.
     Cien años después de la primera edición, el mundial volvió a disputarse en Uruguay en conmemoración de la centenaria competencia de fútbol. Una centuria más tarde la historia parecía repetirse. Ambos equipos rioplatenses llegaban a la final y otra vez Argentina triunfaba en el primer tiempo. En el segundo como en un deja vú el local lograba empatar. En la selección volvían a rondar los fantasmas de la hegemonía uruguaya, los mismos que no lo dejaban en paz. Gritó el tercero con sus últimas fuerzas, como si ese muchachito que convertía el gol fuera él. Si hasta se le parecía en la forma de juego. Gritó los goles que le hacían falta. Por su historia, por su nombre, el estadio Centenario era ideal para celebrar la final y el cumpleaños de los mundiales. Justamente cien años después Argentina se tomaba revancha y parecía que  él también. Esta vez fue 4-2 para Argentina.
     En Montevideo los jugadores argentinos mostraban la copa al mundo. Mientras en La Plata  a pocas cuadras de la avenida que heredó su nombre y frente a su antiguo televisor, él, Pancho Varallo ofrendaba sus lágrimas.  En el cielo un arcoiris invertido parecía sonreír. El otro deseo también se había concretado pero yo no estoy autorizado para develarlo y él no podrá contarlo porque el 15 de julio de 2030 (a los 120 años) se despedía del fútbol y de la vida.

Francisco Antonio Varallo (La Plata,5 de febrero de 1910-id 30 de agosto de 2010) Mantuvo el récord de máximo goleador de Boca Juniors en la era profesional con 181 goles hasta que fue desplazado por Martín Palermo en 2008. Comenzó su carrera en el  Club de Gimnasia y Esgrima La Plata y posteriormente jugó en Boca Juniors.

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