sábado, 9 de mayo de 2015

Sueño

Otra vez ese sueño. Era como una alarma interna que cada cierto periodo se activaba para evitar que la olvide.
Mi subconsciente me jugaba una mala pasada nuevamente.
Ese sueño era como una llama imposible de extinguir que recobraba vida ante el menor movimiento del aire.
Ese sueño le ganaba la batalla a la pesadez de mis párpados con pasmosa facilidad, dejandome pensativo a cualquier hora de la madrugada.
Ese sueño que inequívocamente tenía un significado que yo trataba de evitar.
Pero siempre aparecía, aún cuando lo creía superado.
Las imágenes en mi mente todavía estaban allí, como fantasmas en la oscuridad de mis pensamientos.
Los sueños muchas veces abstractos y sin sentido, cobraban otra dimensión cuando ella era la protagonista. ¿Acaso mi mente buscaba respuestas? Y si así fuera,¿quería saberlas?
Pensé en aquellas imágenes aún frescas en mi cabeza.

Salíamos de un lugar local y caminamos por la vereda. Ella me hablaba aunque yo no la escuchaba. Solo veía sus labios moverse mientras sus ojos marrones que parecían pender de su castaño y rebelde flequillo, me miraban fijamente. Sus mejillas rojas y redondas resaltaban por sobre su tez blanca y perfecta. Caminaba dando pasos rápidos con graciosos saltitos que eran acompañados por el movimiento de su cabello. Juraría que viste como el día que la conocí...No es la de hoy, es aquella chica que aún no llegaba a los veinte años, aquella inocente y tierna chica que dejó la adolescencia hace nada de tiempo.
De repente sus palabras llegan a mi.
"Apurémonos que ya está por venir",me dice enigmática. Sé de que habla.
Apura los pasos como si eso nos hiciera invisible ante la multitud de cuerpos sin rostro que nos rodean. La miro con una mezcla de alegría y tristeza mientras seguimos caminando a la par.

Y me desperté. El sueño fue breve y aparentemente sin sentido, pero no pude dejar de pensar en él.
Miro el reloj. Son la 6:45 y me cuesta volver a conciliar el sueño. La tengo grabada en mi mente como si los recuerdos en mi subconsciente fueran reales y más fuertes que la realidad misma. Intento dormirme pero me resulta imposible. La soledad en mi cuarto es total.
¿Qué extraño poder ejercía esa mujer para que después de tantos años siga visitando mis sueños?
Trato de reconfortarme pensando que quizás le suceda lo mismo,que aquellos años compartidos con sus idas y vueltas también tendrían efectos en su ser. Mínimos quizás, pero no por ello menos importantes. Más allá de que eso no cambie en nada la ecuación,me gustó pensar en que también alguien a la distancia,con su vida ya hecha,se despierte a la madrugada pensando en mi y preguntándose<que hubiera pasado si...>.
                                                                                FIN